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Review

(2019)

This review written by Rolando Hernández —in Spanish only— is a response to the exhibition of the work at Museo Ex Teresa Arte Actual in Mexico City 19 - 22 January 2017. With much gratitude towards Liminar ensemble.

"Día 1

Son casi las 4 30 pm, entro a Ex Teresa y lo primero que se logra observar es la instalación de Enrique Jezik Posible Advertencia, que en su primera activación participaron Bárbara Lázara, Julián Bonequi y Rodrigo Ambriz y que ahora o mejor dicho, por el momento sólo es una escultura debido a que durante 4 días, la obra during, lasting… de Martijn Tellinga estará sonando de 12 a 17 horas. Hoy es el primer día. En la capilla principal se encuentran 7 atriles y algunas sillas rodeando el lugar. 4 atriles están siendo utilizados por Antonio Rosales (clarinete), Mónica López Lau (flauta), Carlos Iturralde (jarana) y Natalia Pérez Turner(chelo). La instrucción de la partitura no abarca la ejecución de sonidos solamente, sino también la posición del intérprete en el espacio, el tiempo de ejecución de cada intérprete (una hora) y además pide que no debe haber una correspondencia consciente entre los intérpretes. Ésta correspondencia debe basarse en los sonidos y en el espacio que se encuentren y no en decisiones personales.

Durante la hora y algo que me quedo en el espacio, me pongo a observar las reacciones que hay de los visitantes del museo. Algunos entran caminando normalmente, hablando y poco a poco comienzan a bajar el volumen de sus acciones y de la voz hasta que llegan a la sala donde se encuentra la obra. Muchos no se atreven a entrar porque la concentración de los músicos es imponente, aunque también es posible un poco de tensión por parte del ensamble. Otras personas pasan muy lentamente y observan a los músicos, se sientan un momento y siguen su camino.

 

Es algo personal, pero en últimas semanas me pongo a pensar en las estéticas o formas musicales que existen alrededor de Lo experimental. los sonidos de la obra me remiten a algunas de obras del colectivo Wandelweiser, debido a la utilización del espacio y la cualidad sonora. Por una parte me parecen poéticos los encuentros que se dan por la contingencia de sonidos, pero también me hace pensar en lo purista y sacras que se han vuelto muchas de estas prácticas que le devuelven mucho del academicismo que se intentó quitar las prácticas experimentales durante los 60 y 70. Aunque claro, esto sucede en todos los generos…

Poco a poco los músicos comienzan a salir,.Primero sale Mónica Lopez, luego Carlos Iturralde, después Natalia Pérez y al finalizar Antonio Rosales. Mañana tengo una cita a la 1 30 pm aqui en Ex Teresa, así que podré escuchar la obra desde el principio.

Día 2

Llego poco después de las 12 y se encuentran Alejandro Martínez (bajo) y Antonio Rosales (clarinete) en el espacio. En este segundo día intento escuchar todo el concierto por una hora como ruido de fondo, es decir, haciendo una actividad principal (leer) y escuchando lo que sucede en segundo plano. Algo de lo que me di cuenta es que por momentos la saturación de sonidos del exterior, crean una especie de continuo sonoro; un murmullo que se asemeja a una neblina de sonido, a veces pareciera no estar ahí, pero si ponemos atención podremos distinguir parte de los sonidos que la conforman. Otra particularidad es que, muchos de los sonidos que emiten los músicos parecieran no venir del instrumento. Por momentos el emisor y el sonido son independientes. Después de casi una hora, llega Natalia Perez (cello).

Recuerdo leer en algún lado un comentario de John Cage en respuesta a alguién que le preguntaba acerca de los sonidos incidentales en su obra .Tema que quizás sea uno de los lugares más comunes para abordar el trabajo de este compositor. Cage respondía que una obra experimental debía tener en cuenta a esos sonidos (Gente tosiendo, asientos y piso rechinando, puertas, murmullos), por lo tanto, no eran incidentales, sino parte del espectro de escucha que debía tener tanto el compositor como el ejecutante de este tipo de música.

Mi tos continua, los pasos, las voces, y las calles llenas de vendedores, bocinas, gritos y espacios resonantes se vuelven parte de este espacio contingente y pienso en qué pasará con todos ellos cuando la obra termine…¿seguiré pensandolos como música o pronto regresaran a ser los mismos sonidos que me vuelven loco en mi vida diaria?….¿Donde está la música ...En su enmarcamiento o en su percepción?

Mi cita en Ex Teresa casi comienza. Subo y después de una hora y algo bajo y regreso para ver 15 minutos mas a Omár López y me voy del lugar.

Día 3

Sábado. Hoy intento ir un poco mas de tiempo (2 horas) para ver si encuentro alguna cosa más en la obra. Hoy veo un poco más de movimiento en el museo y cuando llego está Martijn, el compositor y Bárbara Perea, curadora que se hizo cargo de este evento. Nos saludamos silenciosamente mientras veo que el momento de mi llegada, es el momento de salida de Carlos Iturralde (jarana). Se encuetran también Alexander Bruck (violín y viola), Antonio Rosales (clarinete), Omar López (sax) y Mónica López (flauta).

Algo que me doy cuenta es que muchas de las personas que entran, realmente se sientan a escuchar de una manera profunda. Recuerdo a un grupo de 3 chicos que se sentaron, uno de ellos caminó , se sentó lejos de sus amigos/hermanos, y comenzó a escuchar. Después de varios minutos sus amigos se acercaron y él sólo respondió : No ven que estoy escuchando?. Por otra parte también se encontraban los guías de turistas que pase lo que pase, van a hablar de la Iglesia de Santa Teresa (esqueleto de Ex Teresa) en sus recorridos por el centro.

Creo que una de las cualidades de esta obra es también el permitir observar las distintas reacciones de un público más neutro y asi, darnos cuenta que a veces lo único que hace para falta escuchar profundamente es atención y curiosidad.

Todos los músicos terminaron de tocar a las 4 y esto dejó una hora de la sala vacía, lo cual, no representa silencio, sino un espacio que nos recuerdan resonancias que apenas unos segundos, estaban ahi. Escucho el espacio por 30 minutos mas y salgo de ahí.

Día 4

En este cuarto día, me parece que lo utilizaré para escribir todo lo de los últimos 3 y algunos otros pensamientos.

La pieza de Tellinga, me recuerda mucho a obras como Weiss/Weisslich 16 de Peter Ablinger en la cual, se utilizan elementos del formato musical, para crear obras en un tiempo/espacio distinto. Tellinga utiliza el formato concierto compuesto por tiempo reconfigurado, puesto que “puede tomar forma de un espacio silenciado, de un espacio compositivo envuelto por tonos progresivos [...], o de una de las múltimpes etepas transicionales intermedias. En la obra de Ablinger -quien también estuvo en la ciudad de México durante esta misma semana- se escoge cualquier lugar y se coloca un cuadrado de 6 x 6 sillas. Esto, como una manera de condicionar ese lugar y volverlo propenso a una situación de escucha musical.

Tanto en la obra de Ablinger, como de Tellinga, podemos ver como la música y sus elementos políticos y sociales como la audiencia,la partitura, los ensambles de personas, pueden ser utilizados para empujar los limites de lo que puede ser arte sonoro, sin dejar de ser música. Dos ejemplos interesantes que pueden funcionar para entender esta dicotomía tan discutida en los últimos años que, si bien, son cosas muy diferentes, no significa que existan limites definidos."

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